

En ocasiones, uno no aprecia las cosas hasta que le faltan y en otras ocasiones uno no aprecia las cosas realmente hasta que no las tiene.
No es que tenga un”Ángeles Alarcón “, no, es que tengo dos.
Esta mañana cuando llegue a casa, Paloma me pregunto si hacía calor en la calle y le conteste que un montón, me dijo dándome un paquete de Correos: “Toma, para que te abaniques”. El paquete lo abrimos toda la familia juntos con mucha alegría y sorpresa; y al ver lo que contenía nos quedamos asombrados:
Dos auténticos abanicos”Ángeles Alarcón”: uno infantil y el otro elegantísimo y un montón de servilletas variadas y con delicada selección que mi amiga Ángeles nos mandaba.
En la foto, que mi esposa Piluca diseño el preparativo con mucho esmero, no se puede apreciar la belleza y la delicadeza del arte de la Maestra, tampoco se puede apreciar con el amor que están creados, pero si los tienes en la mano, puede asegurar que todo eso se ve y se siente, sin mencionar la técnica tan depurada y el arte que atesoran.
Ángeles, muchas gracias, sé que me tocaron en un sorteo y que me los envías de todo corazón, los abanicos ya tiene dueño, Piluca y Paloma que te agradecen enormemente el detalle, pero las servilletas son para mí y te puedo asegurar que intentare hacer con ellas algo con mucho cariño.
Dejo su página para el que tenga la suerte de no conocerla aun, se deleite con su arte por primera vez.
No es que tenga un”Ángeles Alarcón “, no, es que tengo dos.
Esta mañana cuando llegue a casa, Paloma me pregunto si hacía calor en la calle y le conteste que un montón, me dijo dándome un paquete de Correos: “Toma, para que te abaniques”. El paquete lo abrimos toda la familia juntos con mucha alegría y sorpresa; y al ver lo que contenía nos quedamos asombrados:
Dos auténticos abanicos”Ángeles Alarcón”: uno infantil y el otro elegantísimo y un montón de servilletas variadas y con delicada selección que mi amiga Ángeles nos mandaba.
En la foto, que mi esposa Piluca diseño el preparativo con mucho esmero, no se puede apreciar la belleza y la delicadeza del arte de la Maestra, tampoco se puede apreciar con el amor que están creados, pero si los tienes en la mano, puede asegurar que todo eso se ve y se siente, sin mencionar la técnica tan depurada y el arte que atesoran.
Ángeles, muchas gracias, sé que me tocaron en un sorteo y que me los envías de todo corazón, los abanicos ya tiene dueño, Piluca y Paloma que te agradecen enormemente el detalle, pero las servilletas son para mí y te puedo asegurar que intentare hacer con ellas algo con mucho cariño.
Dejo su página para el que tenga la suerte de no conocerla aun, se deleite con su arte por primera vez.
Muchas gracias Ángeles.